De manera general, el agua de una piscina debe estar totalmente desinfectada y ser ligeramente desinfectante.
También llamada depuración química, la desinfección el proceso por el cual eliminamos los microorganismos patógenos del agua y la dejamos en perfectas condiciones higiénicas evitando así cualquier riesgo para la salud humana. El valor pH es el parámetro químico más importante del agua de nuestra piscina. En todo momento debemos tenerlo controlado, pues de su valor dependen, no solo la eficacia de los tratamientos químicos, sino la buena conservación de nuestras instalaciones.
Para la elección del equipo que más nos interesa es importante reseñar la existencia de dos sistemas:
- En los semiautomáticos la dosificación se hace automáticamente, sin embargo la cantidad de desinfectante debemos regularla manualmente en una ruta.
- En los automáticos, tanto la dosificación como la cantidad de desinfectante a producir son automáticas. A través de una sonda estos sistemas detentan las necesidades del agua e inyectan en base a ellas, aumentando o disminuyendo la producción. El control ORP no mide la cantidad de desinfectante del agua, sino el nivel de desinfección de la misma.
Tradicionalmente, la forma más habitual de tratar el agua de las piscinas consiste en añadirle cloro químico manualmente.
Del mismo modo, el control del pH en los sistemas manuales se realizan analizando el agua gradualmente y regulando los niveles con productos específicos para bajar o subir el pH.
Opciones para la desinfección automática
Tanto por parte de profesionales como por los propietarios de piscina que ya los disfrutan, es una verdad aceptada que lo equipos de desinfección automática han demostrado en los últimos diez años que son una herramienta fiable y eficaz para acometer la desinfección y el control del pH del agua de nuestras piscinas.
Fáciles de instalar y utilizar, los cloradores salinos permiten un tratamiento completo de la piscina con un mantenimiento mínimo.
La electrólisis salina es un principio simple que se parece al comportamiento del mar y su ecosistema: El agua de la piscina está ligeramente salada a 4-6 g/l (9 veces menos que el agua del mar). Por electrólisis, a través de la célula, la sal se transforma en cloro gaseoso, un potente desinfectante que se disuelve instantáneamente en el agua. El cloro gaseoso destruye todos los microorganismos en la célula y aporta al vaso de la piscina un nivel correcto de cloro libre. El cloro activo que se elimina bajo el efecto de los UV solares, se renueva constantemente por la célula sin que sea necesaria ninguna intervención.
Beneficios:
- Salud: El agua es más suave, con lo que la piel no pica ni se produce enrojecimiento de los ojos.
- Ecológicos: Nos permite respetar el medio ambiente no utilizando ningún producto químico.
- Seguridad: Al no utilizar un producto de alta toxicidad como el cloro químico eliminamos los problemas de seguridad que nos puede ocasionar su transporte, manipulado, dosificación o almacenaje.
- Económicos: Una vez hayamos llenado la piscina con el primer aporte de sal, simplemente tendremos que ir reponiendo la sal equivalente al agua que se pierde por lavado de filtros.
- Mejores sensaciones en el baño.
El agua está compuesta de dos partes de hidrógeno y una de oxígeno (H2O). Hidrólisis significa, etimológicamente, descomposición por el agua. Se trata de un proceso para generar hidrógeno y oxígeno por medio de electricidad y agua.
Si en este tratamiento incorporamos una pequeñísima cantidad de sal (entre 1 y 2 gramos de sal por litro de agua) bien sea por falta de conductividad o por querer generar un residual tangible, conseguiremos que el mismo sistema además genera un residual de cloro por electrólisis salina a baja concentración.
De esta forma los productos se descomponen, actúan, y se vuelven a regenerar.
El sistema MagnaPool® combina dos minerales naturales, el magnesio y el potasio, para desinfectar el agua de la piscina, proporcionando una experiencia de baño incomparable.
Esta solución de tratamiento del agua convierte de forma natural los minerales de magnesio en hidróxido de magnesio, u elemento suave y delicado que actúa como clarificante con el fin de retener todas las impurezas presentes en el agua, incluso las más finas. Sin estas impurezas, las bacterias no se desarrollan en el agua y son eliminadas de la piscina.
El Hydroxinator® MagnaPool® genera a continuación un cloro no sintético (o inorgánico): este es el principio de la hidroxinación. EL cloro que se produce, sin ayuda de productos químicos, protege íntegramente la calidad del agua, sin perjudicar el medio ambiente.
Los equipos de Neolysis combinan las características de la electrólisis de baja salinidad y la técnica UV, aportando las ventajas más notables de cada una de las técnicas y corrigiendo sus posibles limitaciones individuales.
Ventajas:
- No requiere adición de sal.
- Desinfección doble de gran efecto.
- Mejora la capacidad de eliminación de cloraminas.
- Ahorro en agua y energía, sostenibilidad.
- No requiere productos clorados.
Todo lo que necesitas para sacarle el máximo partido a tu piscina
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